lunes, 12 de septiembre de 2016

Qué Lío con los Lunes

Últimamente el ‘grito de la moda’ nos llama a hacer de los lunes un día diferente, que nos llenemos de motivos, que esto, que aquello, que actitud positiva, que las encuestas dicen, un centenar de palabrería, que a fin de cuentas nadie (ni quienes con efervescencia lo viven diciendo) hacen algo para hacer de los lunes un día diferente.

Hoy me puse a la tarea de hacer este lunes diferente. Es un lunes lluvioso y frío ¿Qué más quieren? Llevábamos días, semanas y meses soleados; ahí tienen su lunes, ya empezó diferente. Pero en mi querer entender eso de los lunes diferentes me pregunté un par de tonterías ¿por qué es tan necesario ver y hacer los lunes diferentes? ¿Qué tan diferente es el lunes del martes o del viernes?  ¿Será que quienes trabajan el domingo y descansan el lunes también piensan igual? Y la verdad las respuestas se pusieron algo esquivas… es por aquello de que algunos madrugan más, o porque el trabajo en el que están les hace infeliz , o es porque deben estudiar… en definitiva en ningún caso es culpa de los LUNES, así que dejémonos de palabrería. Haga cada uno de sus días diferentes y especiales, lo que le aburre es la rutina y nada tiene que ver con que sea lunes.

Pero para que vean que mi lunes fue diferente, hoy al salir de casa, y en plena fría Bogotá me encontré un murciélago agonizante, me impresioné un poco, lo más cercano que había visto a uno de estos animales fue en una enciclopedia donde se hablaba de la taxonomía en sexto de bachillerato, pero… ¿qué hacia un murciélago en tierra fría? ¡No creo que haya venido por “zapatos a la zapatería”!.


Ahora los invito a que cuenten su historia de “lunes diferente”.
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